El 31% de las niñas buscan apoyo en su primer ciclo menstrual

  Según los datos más recientes de la UNESCO, hay menos niñas sin escolarizar en el mundo (122 millones) en comparación con los niños (128 millones), lo que refleja una brecha educativa que aún persiste a nivel global.

·        La Encuesta de Higiene y Salud 2023 de Essity, compañía global líder en higiene y salud, revela que al menos 367 millones de niños en todo el mundo no tienen acceso a servicios de saneamiento en sus escuelas, lo que genera serias barreras para una adecuada gestión de la salud menstrual.

·        Según estudios de la compañía, 2 de cada 3 mujeres/niñas faltan al trabajo o la escuela debido a su período menstrual.

En conmemoración del Día Internacional de la Niña, que se celebra cada 11 de octubre, organizaciones y comunidades de todo el mundo se unen para resaltar la importancia de escuchar las voces de las niñas y promover su derecho a una vida digna, libre de estigmas. Este año, el tema *”La visión de futuro de las niñas”* subraya que su bienestar y desarrollo son esenciales para construir sociedades más justas y equitativas.

Las niñas tienen un inmenso potencial para crecer, aprender y participar activamente en sus comunidades. Para fomentar su desarrollo, es fundamental asegurar su acceso a una educación integral y derribar los tabúes que rodean procesos naturales como la menstruación. Nosotras, una marca de Grupo Familia, una compañía Essity, ha trabajado durante más de 37 años en iniciativas educativas enfocadas en eliminar los estigmas asociados al ciclo menstrual, empoderando a las niñas con la información necesaria para que comprendan y cuiden su cuerpo con confianza.

La primera menstruación es una experiencia que nunca se olvida, pero sigue siendo un tabú para muchas niñas, especialmente para aquellas que no cuentan con la información adecuada o el apoyo de su entorno cercano. La falta de conocimiento y las percepciones negativas en torno a este proceso natural pueden generar inseguridad y disminuir la confianza en sí mismas. En contextos vulnerables, estas barreras se agravan, contribuyendo al ausentismo escolar y la exclusión social,” señala Julián Mora, Director de Marketing de Nosotras.

En Colombia, una investigación realizada por el DANE reveló que, en Colombia, el 15,1% de las mujeres en general reportaron dificultades económicas para acceder a los elementos necesarios y atender su menstruación. De acuerdo con otra investigación, desarrollada por Caja, consultora especializada en consumidores de ingresos bajos, el 94% de las mujeres pertenecientes a estratos bajos declaró no haber tenido los recursos para acceder a una toalla higiénica y el 75% manifestó sentir vergüenza ante el hecho de tener que pedir una prestada.

Estos datos ponen de manifiesto la necesidad de desarrollar enfoques integrales que combinen educación y mejoras en la infraestructura, para brindar a las niñas el apoyo que requieren en esta etapa crucial de su vida.

Además, la Encuesta Global de Higiene y Salud 2023 de Essity destaca que al menos 367 millones de niños en todo el mundo carecen de servicios de saneamiento adecuados en sus escuelas, lo que crea barreras significativas para una correcta gestión de la salud menstrual. A nivel mundial, la UNESCO también reporta que 122 millones de niñas están fuera del sistema escolar, frente a 128 millones de niños, lo que refleja las desigualdades educativas que aún persisten.

Las iniciativas educativas de Nosotras han abordado temas como el ciclo menstrual desde una perspectiva que promueve el respeto y la comprensión. La marca ha venido adelantando campañas que han impactado a más de 17 millones de mujeres/niñas con entrega de producto y jornadas de educación en salud e higiene menstrual. Así mismo, se ha logrado llegar a cerca de 2.500 colegios en Colombia, en 28 departamentos y, en específico, en más de 235 municipios, poblaciones y corregimientos.

 A través de talleres en escuelas y comunidades, la marca busca normalizar el diálogo sobre la menstruación y fomentar un entorno de apoyo donde las niñas puedan hablar abiertamente sobre sus experiencias, aprender a gestionar los cambios físicos y emocionales que atraviesan y sentirse seguras para participar activamente en sus actividades diarias.

Debemos empezar a ver la educación menstrual como una herramienta de empoderamiento. Comprender y aceptar el propio cuerpo es un paso fundamental para desarrollar la autoestima y la confianza en una misma”, concluyó Mora.

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