LIDER DE LA REVOCATORIA BUSCA LLEGAR AL CONCEJO DE MEDELLÍN, DE LA MANO DE ENRIQUE GÓMEZ.
Yesenia Bedoya es una abogada medellinense que ha adquirido notoriedad en la ciudad, primero por haber hecho parte de los procesos de revocatoria contra Daniel Quintero, desempeñando su profesión en la defensa de las iniciativas democráticas contempladas en la constitución.
Durante este proceso tuvo la oportunidad de defender ante el Consejo Nacional Electoral los motivos por los cuales, un grupo de ciudadanos solicitaba que el ente rector les permitiera iniciar el proceso contemplado en la constitución colombiana y denominado revocatoria de mandato, acto que llevo a cabo esgrimiendo todos los argumentos jurídicos que permitieron que, en su momento se diera luz verde, a la recolección de firmas para llamar a las urnas.
Su amor por la ciudad y por la región que la llevó a involucrarse en la revocatoria es el que la ha llevado a aportar desde su profesión en el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos, luchando a favor de iniciativas que permitan aplicar la justicia y defender a los medellinenses.
Una de estas luchas la llevó a adelantar una acción popular que busca que el mecanismo utilizado para el catastro multipropósito en Medellín y que ha generado un incremento, en algunos casos de más de un 1.000 %, en el cobro del impuesto predial sea revocado por carecer de la rigurosidad necesaria para un cobro justo y que defienda al campesino de la ciudad.
Por otro lado también ha adelantado una acción judicial para que el distrito intervenga la nueva vía a San Antonio de Prado que presenta una falla importante que ya ha generado accidentes viales con heridos de gravedad.
Esta preocupación por el desarrollo de Medellín la ha llevado a convertirse en candidata al Concejo de la ciudad por el partido Salvación Nacional, que preside Enrique Gómez, sobrino del fallecido Álvaro Gómez Hurtado.
Otro de los hechos que le ha permitido ganar reconocimiento, no solo en la región sino a nivel nacional es su lucha por los derechos humanos, sobre todo de las personas que han hecho parte de procesos de desmovilización en el marco de proceso dejación de las armas de grupos armados ilegales.