¡Colombia en alerta! Riesgo de racionamiento eléctrico y crisis de gas amenazan la seguridad energética
 
                La energía que mueve a Colombia está en jaque. En un reciente encuentro en Medellín, dos voces de peso en el sector, los exministros Amylkar Acosta y Tomás González, lanzaron duras alertas: el país se enfrenta a un inminente riesgo de racionamiento eléctrico y a una creciente crisis de gas que podrían afectar desde el Caribe hasta el corazón de Bogotá. Y lo peor: la amenaza no es de futuro lejano, sino de un presente que ya empieza a mostrar grietas.
Los retrasos en proyectos de transmisión eléctrica y la incertidumbre regulatoria han frenado la inversión y puesto contra las cuerdas a la seguridad energética nacional. ¿El resultado? Cortes disfrazados de mantenimientos, proyectos estratégicos como el Metro de Bogotá y el Regiotram en riesgo de quedarse sin suministro, y hasta centros comerciales y viviendas recurriendo a plantas de diésel para no quedar a oscuras.
Acosta fue enfático: la subasta de expansión eléctrica que está en curso podría fracasar por falta de incentivos claros para los inversionistas. “El riesgo ya lo calcularía en un 60,3%”, advirtió, mientras recordaba que sin líneas de transmisión, la energía generada se queda atrapada, comprometiendo el futuro de la capital.
Por su parte, González puso el dedo en la llaga sobre el gas: Colombia ya enfrenta un déficit del 12% y las promesas de importación desde Venezuela son, según él, “ilusorias”. En 2028, advierte, el país no podrá garantizar abastecimiento si falla el régimen de lluvias. Un panorama que, además de técnico, se agrava con un “apagón financiero” por deudas millonarias con generadoras térmicas.





 
                                             
                                            