UNIMINUTO apoya a comunidad de campesinos de San Cristóbal y Palmitas

- Centro Universitario de Itagüí de UNIMINUTO Antioquia Chocó llegó hasta Palmitas y San Cristóbal a enseñarle a un grupo de campesinos nuevas formas de acceder a recursos para comercializar sus productos.
A menos de 45 minutos del casco urbano de Medellín viven los campesinos del corregimiento de San Cristóbal y San Sebastián de Palmitas que por décadas han sido los responsables de surtir a la ciudad de todos los productos de la canasta básica familiar. Son menos de 45 minutos que se convierten en años de distancia para muchos de ellos que no logran vender sus productos o que si lo hacen, no tienen las condiciones adecuadas para su comercialización.
Hasta estas poblaciones llegó el proyecto: “La tecnología Blockchain como instrumento de financiamiento para pequeños productores agropecuarios en la ruralidad de Medellín, caso San Sebastián de Palmitas y San Cristóbal” liderado por el Centro Universitario de Itagüí de UNIMINUTO Rectoría Antioquia, Chocó.
Para la profesora María Adelaida Gaviria del programa de Administración de Empresas de este Centro Universitario, el proyecto busca conocer el estado de la educación financiera de los campesinos de ambos corregimientos para saber cómo se puede aportar desde la academia.
De esta forma y a través de herramientas como el Blockchain María Adelaida y un grupo de estudiantes están mapeando la realidad de estos campesinos para poder acortar aquellas brechas que no les permiten comercializar con oportunidad sus productos.
“El blockchain les podría permitir a estas personas llevar adelante transacciones seguras de forma más directa e interactiva; además podrían hacer intercambios en materia de productos y recursos, lo que fortalecería sus unidades productivas” comenta María Adelaida.
Para la docente, es enriquecedor encontrar que estas personas tienen un gran potencial, porque son campesinos que conocen sus productos, tienen un legado y un amor a su tierra; sin embargo, aún hay grandes barreras. “Queremos que ellos puedan tener acceso a opciones de financiación mucho más eficientes, que puedan abrir sus fronteras y extender esa red de comercialización” agrega.
Por otra parte, los estudiantes que han sido partícipes del proyecto resaltan la necesidad de salir más de las aulas de clase y conocer las condiciones que ofrece el mundo, para saber hasta dónde pueden ellos impactar a través de sus carreras.
“Estas actividades de campo son esenciales para mi vida profesional porque me permiten abrir el horizonte, puedo conocer de cerca el contexto de personas que se encuentran en zonas rurales y analizar la realidad de aquellos a quienes a través de mi carrera voy a impactar” explica David Grisales Piedrahita, estudiante de Administración de Empresas del Centro Universitario de Itagüí.
Para los campesinos y la comunidad de estos corregimientos, la llegada de UNIMINUTO hasta estas veredas y que conozcan de primera mano todo lo que implica el proceso de comercialización de sus productos es un hito que les da confianza y que abre puertas a pesar de la desconfianza que pueda haber entre la población debido a los tropiezos que han tenido.
“Le agradecemos a UNIMINUTO por venir acá, enseñarnos, mostrarnos todas esas herramientas que no conocíamos y ayudarnos a potenciar todas las habilidades que tenemos” comenta Jorge Iván Muñoz Galeano, Líder Social de La Ilusión, Corregimiento de San Cristóbal.
De esta forma se consolida una articulación de esfuerzos entre la academia y las fuerzas vivas comunitarias y se continúa avanzando, teniendo como base la misión de UNIMINUTO de llegar hasta cada rincón del país brindando herramientas para la innovación social.