Cómo Evitar Infecciones y Cuidar Heridas Pequeñas: Consejos Prácticos para Mantenerte Saludable


La exposición a bacterias y otros microorganismos es algo con lo que convivimos todos los días, y aunque la mayoría del tiempo no representan una amenaza directa, hasta un pequeño corte puede convertirse en un problema serio si no se cuida correctamente. Es por esto que Grupo Familia, de la compañía Essity, ha compartido recomendaciones clave para tratar heridas y así evitar infecciones que puedan requerir el uso de antibióticos.

¿Por Qué es Importante Prevenir las Infecciones?

La resistencia antimicrobiana es un problema global que surge cuando bacterias y otros microorganismos se vuelven resistentes a los medicamentos. Esto dificulta el tratamiento de infecciones comunes, y muchas veces este problema es causado por el uso excesivo de antibióticos o una higiene inadecuada.

Pero cuidar bien una herida es mucho más simple de lo que parece. Solo necesitas algunos pasos básicos para mantenerte saludable y evitar complicaciones. Además, puedes reducir la necesidad de medicamentos y, por ende, contribuir a frenar la propagación de la resistencia antimicrobiana.

Consejos Sencillos para Cuidar Tus Heridas

Con un poco de atención y algunos cuidados, puedes ayudar a que tu cuerpo sane de forma natural. Aquí te comparto algunos pasos prácticos para tratar pequeños cortes o heridas:

  1. Elige los Productos Correctos: Para proteger la herida y ayudar a que cicatrice, usa curativos especializados como los de la marca Leukoplast, que son seguros, estériles y ayudan a mantener la herida limpia y sin infecciones.
  2. Desinfecta lo Que Uses: Antes de tocar la herida, asegúrate de que las herramientas, como pinzas, estén limpias. Usa gasas estériles en lugar de algodón para limpiar, ya que el algodón puede estar contaminado.
  3. Lava Bien Tus Manos: No olvides lavar tus manos antes y después de tratar la herida. Usa agua y jabón, y frota durante al menos 20 segundos para eliminar bacterias.
  4. Limpia la Herida Cuidadosamente: El suero fisiológico es ideal para lavar heridas sin causar irritación. Si no tienes suero, usa agua corriente, pero asegúrate de eliminar toda la suciedad.
  5. Desinfecta la Herida con Antiséptico: Aplica antiséptico como clorexidina para evitar infecciones. Evita el uso de alcohol o agua oxigenada, ya que pueden causar irritación en heridas abiertas.
  6. Cubre la Herida para Protegerla: Después de limpiar y desinfectar, cubre la herida con un curativo que mantenga la humedad necesaria para la cicatrización. Además, existen apósitos que eliminan bacterias con cada cambio.
  7. Cambia el Curativo Cuando Sea Necesario: Revisa la herida y cambia el apósito si está húmedo. Esto ayuda a mantener el área limpia y seca para una mejor recuperación.
  8. Monitorea la Cicatrización: Es normal sentir incomodidad leve al principio, pero si notas enrojecimiento, hinchazón o secreciones, podría haber una infección. Busca atención médica si los síntomas empeoran.

Cuida de Ti y de los Tuyos

Con estos pasos sencillos, puedes prevenir infecciones y ayudar a que las heridas cicatricen de forma saludable. Las heridas pequeñas pueden sanar en unos días, mientras que las más grandes pueden tomar más tiempo. La prevención y el cuidado adecuado no solo protegen tu salud, sino que también contribuyen a un mundo con menos resistencia antimicrobiana.

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