El Barcelona relega a Piqué: el jugador deja de ser imprescindible para el club.
El futbolista está dispuesto a pelear por su continuidad después de que Xavi le advirtiera de que su rol en el equipo iba a cambiar por sus lesiones y actividad fuera del Camp Nou.
A sus 35 años, la continuidad de Gerard Piqué en el Barcelona es cada vez más complicada a pesar de que tiene un contrato firmado hasta 2024. El entrenador, Xavi Hernández, se reunió hace dos semanas con el jugador y le advirtió de que su rol en el equipo iba a cambiar de forma radical después de una temporada en que ha sufrido diferentes lesiones y su actividad extrafutbolística ha trascendido de manera contraproducente para los intereses del Camp Nou. Algunas versiones apuntan que el técnico habría conminado al defensa a abandonar el Barça. Xavi no habría sido tan drástico, según fuentes del club, pero de alguna manera habría invitado a Piqué a plantearse si le convenía seguir como suplente o se imponía consensuar una salida antes de iniciar el curso 2022-2023.
El jugador, que forma parte del grupo de capitanes junto con Sergi Roberto, Busquets y Jordi Alba, no solo aspira a seguir en el equipo, sino que se recupera en el club de su tendinopatía para afrontar la pretemporada en las mejores condiciones y convencer a Xavi. La recuperación será tan importante como el dinero para decidir sobre la continuidad de Piqué antes de que el 12 de agosto empiece la Liga. El montante de la deuda que la entidad tiene con el futbolista se situaría alrededor de los 50 millones de euros. El club aspirará a disponer del dinero para intentar forzar la salida del central formado en la cantera del Barcelona. La única alternativa es que acceda a rebajar sustancialmente y no solo a diferir sus ingresos, al igual que el resto de futbolistas que más cobran del Barça.
Piqué sabe que Xavi tiene apalabrado el fichaje de Christensen, procedente del Chelsea, y suspira por contratar también a Koundé, del Sevilla, o Koulibaly, del Nápoles. El entrenador ha advertido a la junta de que se impone incorporar defensas contrastados después de que el equipo ya no pueda resolver los partidos desde el desequilibrio ofensivo, como ocurría en tiempos de Messi. La renovación de Araujo y la continuidad de Eric García complican todavía más el futuro azulgrana de Piqué, que la pasada temporada ya estuvo ausente durante un mes y medio por sus lesiones y jugó varios partidos en condiciones precarias por necesidades del equipo, como ha admitido el propio Xavi. “El técnico no se la quiere jugar y Piqué sabe que ha dejado de ser titular y prioritario”, afirman desde las oficinas del Camp Nou.
La figura del central resulta ahora incómoda para el equipo y para el club después de ser uno de sus líderes, como advirtió Tito Vilanova, ayudante de Pep Guardiola, en junio de 2011: “Sin Piqué, se nos caía el invento”, afirmó en una entrevista a EL PAÍS. El protagonismo del jugador aumentó progresivamente hasta el extremo de que no solo fue decisivo en la cancha, sino también en los despachos cuando medió para que Rakuten fuera el patrocinador estrella del mandato de Josep Maria Bartomeu. Piqué ganó poder con el paso del tiempo y alcanzó en 2018 la condición de tercer capitán después de la salida de Mascherano e Iniesta. El mismo año renunció a la selección española, después de la disputa del Mundial de Rusia, y se concentró en el Barcelona.
Extremadamente competitivo y solvente, incluso en los últimos meses pese a su precariedad, Piqué no solo ha sido indiscutible, sino que ha consensuado sus alineaciones con el entrenador en los momentos en que sus dolencias le han obligado a administrar los esfuerzos, sobre todo en la última temporada en la que no pudo acabar algunos partidos, por ejemplo ante la Real Sociedad o el Mallorca. El físico condicionó la participación de un futbolista que en cierto modo acabó el ejercicio jugando a la carta y cuya presencia siempre fue tenida muy en cuenta en el momento de los fichajes que se planteaban en el Camp Nou. Aunque nunca ha sido una consigna, el club ha procurado no incorporar a un central que pudiera incomodar o comprometer la titularidad de Piqué. Así se explica que se descartara a De Ligt.
Episodios en contra
Hasta que Xavi se ha plantado y el encaje del zaguero resulta muy difícil para un equipo que ha cerrado un año en blanco y se encuentra en una situación económicamente tan insostenible que necesita reducir su masa salarial en 160 millones de euros para situarla en unos 400. Aunque el jugador se muestra dispuesto a negociar y a rebajar un sueldo que aumenta con los años —L’Équipe publicó que su salario bruto era de unos 2,33 millones al mes—, al entrenador le preocupan sus reiteradas lesiones y su vida ajena al Camp Nou.
Los últimos episodios han jugado en contra del jugador, sobre todo los negocios con su empresa Kosmos, la misma que intermedió en el contrato firmado por la Federación Española y Arabia Saudí para la disputa de la Supercopa y la que es propietaria del Andorra. El pack Piqué no para de crecer para la incomodidad del Barça. No ha pasado desapercibida precisamente su separación de Shakira y “una vida poco profesional”, de acuerdo a algunas opiniones del Camp Nou.
Pique no comparte la opinión de quienes le critican en el club ni tampoco la visión de Xavi. El jugador aspira a demostrar al técnico que, si su problema es exclusivamente físico, estará recuperado y en forma para afrontar la temporada 2022-2023. Quiere ser consecuente a fin de cuentas con su declaración de intenciones: “No aceptaré retirarme siendo suplente”, afirmó en una entrevista a EL PAÍS. La frase adquiere su sentido después de su conversación con Xavi. El técnico pasó precisamente por una situación parecida a la que se plantea ahora con Piqué en su última temporada como jugador y asumió un cambio de papel con Luis Enrique.
La salida de Piqué, un jugador que aspira a ser presidente del Barcelona, se presenta más delicada que la de Xavi e Iniesta e incluso también que la de los demás capitanes: el contrato de Sergio Busquets acaba en 2023 y parece decidido a acabar su carrera en Estados Unidos y Sergi Roberto ha renovado por un año mientras que Jordi Alba también pactado su continuidad hasta el 2024 al igual que Piqué.
El entrenador admite la necesidad de cambiar los liderazgos del vestuario después de la salida forzada de Messi. Los planes de Xavi, sin embargo, dependen de la directiva y de su capacidad para fichar a jugadores que disputen la titularidad a veteranos como Piqué. El central aguarda una temporada más para demostrar que, con o sin su consentimiento, competirá por ser indiscutible en el Barcelona.
El séptimo jugador con más minutos
A pesar de sus lesiones, Piqué ha sido el séptimo jugador que ha disputado más minutos esta temporada en el Barça, con un total de 3.101 (el que más fue Ter Stegen: 4.470). El defensa central, que además ha marcado tres goles, inició su carrera en el Camp Nou a los 10 años (1997) para después fichar en 2004 por el Manchester United. A partir de la temporada 2008-2009, regresó al Barcelona y se ha convertido en titular indiscutible con los diferentes entrenadores: empezó con Guardiola y ahora está dirigido por su excompañero Xavi.
Por: EL PAÍS