Mercedes Campuzano convierte crisis en oportunidades.
Si alguien sabe de este tema, si hay una persona con autoridad moral para hablar de resiliencia en el mundo de los negocios, esa es Mercedes Campuzano. Esta mujer emprendedora, mezcla de costeña y paisa, criada por una gran mujer que asumió su rol de ser padre y madre, formando así a una persona admirable, que supo aprovechar todas las oportunidades que la vida le dio sacando de cada una de ellas lo mejor, y quien vio el grande potencial de negocio con sus «chanclitas de colores», en los corredores de Eafit -donde estudió Administración de Negocios-, es la personificación de disciplina, creatividad, trabajo juicioso y superación de dificultades.
Cuando su negocio comenzó a crecer, se encontró con que no le estaban jugando limpio. Mercedes pasó de los corredores, no solo de su universidad, sino de muchas otras de la ciudad en donde alcanzó a tener hasta a cincuenta vendedoras, a ocupar un primer local en la calle 10 de Medellín, de apenas doce metros cuadrados. Tan solo cuatro meses después abrió una segunda tienda en el centro comercial El Tesoro, y fue en este período de crecimiento cuando encontró a su principal proveedor con las «manos en la masa».
«¿Cómo te parece?, que llego un día de sorpresa al taller de mi proveedor y lo encuentro in fraganti entregándole mis modelos a otra persona que estaba vendiendo mis zapatos, pero con otra marca. A mí eso me rompió el corazón. De inmediato, sin importarme nada, recogí mis cosas, las monté a mi carro y me fui», comenta Mercedes con un quiebre de voz.
Crisis uno – Oportunidad uno
Este incidente le da entonces la posibilidad de pensar en ir más allá, pues en paralelo, ella se entera de que otra de sus proveedoras va a cerrar su negocio, así que decide comprarle las máquinas, las hormas, y con el líder de los soladores y el equipo de trabajo de su antigua colaboradora, inicia su propia fábrica y una nueva era para la marca. Eso sí, no sin antes advertirle a su líder de producción, que sin importar cualquier tipo de error humano que se pudiera cometer, lo único que no podría perdonarle bajo ninguna circunstancia, sería que no respetara sus materiales, sus diseños o su modelo de negocio.
«Y le dije: esta nómina la pago yo, el arriendo, servicios, sus sueldos, aquí no se puede hacer un solo zapato que no sea para Mercedes Campuzano. Y él me dijo que lo entendía perfectamente, que no pensaba cometer el error del anterior proveedor, me juró que no iba a patear la lonchera. ¿Y adivine qué pasó?… Lo mismo. ¡Eso fue horrible!», asegura Mercedes.
Crisis dos – Oportunidad dos
Cualquiera podría jurar que esto bastaría para no volver a confiar en nadie, incluso sería un golpe lo suficientemente fuerte como para acabar con las ilusiones de muchos, sin embargo, esta sorprendente guerrera lo califica como una bendición, porque esto le dio la idea de empezar a buscar proveedores por todo el país.
Cerró la fábrica, se asesoró jurídicamente implementando nuevos protocolos que le permitirían blindarse ante cualquier otra eventualidad, con unos contratos perfeccionados para contratar maquila exclusiva, y entendió lo que ella llama el gran secreto de la industria de los zapatos.
«¿Has escuchado el dicho: ‛zapatero a tus zapatos?’, esto significa que cada familia zapatera se especializa en un tipo o línea de calzado distinta. Cuando yo tengo acceso a este conocimiento, se enriquece mi portafolio, y en ese preciso momento, yo me convierto en una marca importante en moda de zapatos», dice con una gran sonrisa de orgullo, Mercedes.
Crisis tres – Oportunidad tres
Haber sabido enfocar la visión de sus problemas y capitalizar los errores al convertirlos en oportunidades, le dió a Mercedes Campuzano la posibilidad de dar un par de saltos cuánticos, que la llevaron a posicionarse como una de las marcas de calzado más importantes del país, ofreciendo una variedad de productos sobresalientes en la que todo tipo de mujeres y para todo tipo de ocasión de uso, encontraban los mejores zapatos.
De ahí en adelante, todo fue un devenir de acontecimientos que le permitieron abrir tiendas a lo largo y ancho del país. «Abrí muchas tiendas en diferentes partes y también me tocó cerrar varias porque cometí muchos errores, pero todo eso me enseñó mucho, así que me dediqué a abrir tiendas en centros comerciales. Alcancé a tener hasta veintinueve y ese era mi canal de comercialización principal… y llegó la pandemia», cuenta Mercedes.
Cuídate, quédate en casa… ¡cerremos!
Probablemente uno de los sentidos más desarrollados que posee esta mujer de negocios es el «olfato», y ya su grupo de trabajo y quienes la rodean, han aprendido a prestarle atención a lo que siente.
Por decreto presidencial el 24 de marzo de 2020 a las 11:59 p.m., todo el país entró en aislamiento preventivo obligatorio, pero los almacenes de Mercedes Campuzano, ya llevaban una semana cerrados.
«Yo fui a la tienda de El Tesoro esa semana antes, y todo estaba solo; y a mí me saltó algo en la cabeza al instante: debemos cerrar y hacer una campaña que invite a la gente a cuidarse, como ya lo estaba viendo en redes», recuerda la gerente.
Era tiempo de cerrar las tiendas, por responsabilidad
Así que su reacción inmediata es llamar a su directora comercial y decirle que era hora de cerrar todas las tiendas. Esta y otras directivas de su equipo sentían que era una idea apresurada y le piden que reflexione un poco, pero el instinto ya la había llamado y se manifestaba como una urgencia para nuestra protagonista.
«Yo les dije que no era coherente, porque si todo el mundo estaba llamando a la prudencia, a quedarse en casa para protegernos, el hecho que nosotros tuviéramos las puertas abiertas traía implícito el mensaje de ‛te estamos esperando’ y que estuviéramos invitando a nuestras clientes a que fueran y se arriesgaran, o a nuestro equipo de vendedoras, era totalmente irresponsable», apunta Mercedes.
Se hace caso pues al instinto de la líder, se cierran las tiendas de todo el país el 17 de marzo, y una semana después, por decreto, ya nadie podía salir a nada, situación que se extiende por algo más de cinco meses. «Y lanzamos la campaña quizás más empática y menos vendedora de toda la historia de la compañía; shoes off, quítate los zapatos y quédate en casa», cuenta Mercedes.
Este fragmento corresponde a la historia de Mercedes Campuzano en el libro Historias de Negocios Altamente Inspiradoras -Versión Pandemia-, que acaba de salir al mercado. Es un libro con principios, valores, buenas prácticas y mucho aprendizaje para los emprendedores. Los interesados en adquirirlo lo pueden solicitar en la Librería Nacional.
El libro es de mi autoría con Vianette Monsalve y acompañados de un equipo de producción, redacción y diseño apasionado por contar buenas historias: Andrés Toro Carvalho, James Alzate, Daniel Sierra y Johan Paniagua (diseño), a quienes agradezco su dedicación para sacar un libro muy potente y cargado de inspiración.
Por: Juan Carlos Yepes