¡Sí, aquí soy feliz!
Soy paisa, aventurero, creativo y soñador; tengo casa en La Concha y allí vivo muy feliz. No rima, pero es verdad.
Sí. Hace ya varios años me fui a vivir al cielo, así podría definir a este hermoso pueblo que está ubicado en el oriente antioqueño y a dos horas de Medellín.
Esta es la tierra que vio nacer el 8 de septiembre de 1799, al prócer, José María Córdova Muñoz, quien participó en la guerra de Independencia de Colombia, Perú y Bolivia. Y es conocido como ‘El Héroe de Ayacucho’, por su desempeño en esa batalla decisiva; así como también lo fue en el Combate de Chorros Blancos el 12 de febrero de 1820, donde se consolidó la independencia de la Provincia de Antioquia.
La Concha, como cariñosamente se conoce, es un municipio hermoso, lleno de verdes y paisajes embriagadores.
Aquí, todo es mágico, muy temprano en la madrugada salen a barrerlo mientras entonan alguna canción los empleados del municipio.
Sus calles limpias y empedradas, sorprenden; las bicicletas que se dejan afuera de las casas mientras sus dueños, personas lindas de esta tierra, entran a almorzar, permanecen allí sin que corran algún riesgo.
Aquí hay nobleza y pureza en su máxima expresión. Atípico, así podríamos llamar a este paraíso, pues lo atraviesa un río lleno de vida y aguas cristalinas.
Su clima es perfecto, 20 grados centigrados. Sus habitantes son exageradamente amables, sus charcos son pretexto perfecto para un joven de ciudad como yo.
Barbas, el perro policía de la Concha, dejó su vereda para venirse a “prestar” servicio. Podríamos decir que se convirtió en el centro de atención del comando, del pueblo y sus alrededores.
Su uniforme fue hecho a la medida, lo porta con orgullo, al ver a un turista, lo requisa efusivamente moviendo su colita amigablemente.
Su parque principal en 1981 fue declarado por el gobierno departamental como la plaza más bonita del Oriente Antioqueño, razón por la cual se concedió a la localidad la ‘Estrella de Antioquia’, en su Categoría Oro. Aunque podríamos decir que es uno de los más bonitos del país.
Es imperdible la visita a la casa de la cultura, lugar donde nació el Prócer Córdova; el Alto de la Virgen, el balneario Los Payasos; sentarse a tomar unos aguardientes o tinto en el Gran Salón o en el Alto de Pastorita, siempre será un placer; otro plan para el ensueño, es amanecer en el antiquísimo hotel Doña Pascuala y almorzar en los diferentes restaurantes, pero los que mas disfruto al lado de mi Chiqui, El Ranchito, Las Conchitas, entre otros.
¡Para qué más!
¡Soy Villada y solo cargo buena vibra!
Carlos Villada Duque