El próximo 30 de diciembre es la fecha definitiva para incremento del salario mínimo.
Los gremios continúan apostando para la concertación de la cifra, mientras las centrales obreras consideran un dato de 18%.
Esta es la última semana para la definición del salario mínimo para 2024, un proceso que podría definirse ‘in extremis’ por las diferencias entre las partes.
Luego del vencimiento del primer plazo para la definición, el pasado 15 de diciembre, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, se reunió de forma individual con cada una de las partes para trazar puentes y acercar posiciones.
El viernes 22 de diciembre se volvieron a reunir las partes, pero luego de dos horas, no hubo acuerdo. “Vamos a seguir trabajando, vamos a seguir profundizando el diálogo para que el acuerdo le beneficie al país“, puntualizó Ramírez, quien no descartó que el Gobierno lo decrete.
Las partes solo tienen hasta el próximo 30 de diciembre para definirlo y, si llegada esa fecha no hay pacto, el Gobierno debe decretar el alza.
Hasta el momento, solo hay una cifra concreta: el 18% de las centrales sindicales. Con la propuesta de los sindicatos, el salario mínimo pasaría de una base de $1.160.000 a $1.394.000, es decir, se incrementará en $234.000.
Los costos laborales por cada trabajador que gane el mínimo pasarían de $1,8 millones hasta $2,1 millones.
Los empresarios llegan a esta reunión sin una cifra en concreto, pero manteniendo una consideración sobre que el incremento debería estar alrededor de la inflación, es decir, 10,15%. Si se toma esta cifra, el alza estimada por los empresarios estos costos laborales ascenderían hasta $1,9 millones.
Los analistas económicos han apuntado un incremento del salario mínimo de 12% y advierten sobre las posibles consecuencias de una alza elevada. Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa, aseguró que “un aumento sin fundamento del salario mínimo podría moderar el ritmo con el que está descendiendo el IPC, a su vez dificultar el recorte de tasas del Banco de la República y, por último, afectar la creación de empleo por mayores costos laborales“.
Por: LR