Chucho lo Sabe…una cajita de conocimiento.


Jesús Antonio Vargas, más conocido como “Chucho”, se vino desde muy joven de su natal Filandia, Quindío a estudiar a Medellín.

Es un profesional con amplia cultura general, pero sobre todo con conocimientos de geografía e historia, amante de la lectura y, un muy buen contador de historias con gran sentido del humor y el sarcasmo. Fue becario de la Universidad de Navarra, en España y, miembro fundador del Club de la Prensa de Medellín.

En 1978 empezó a trabajar como redactor del Noticiero La Hora de Juan B. Cataño, en radio Súper, en ese momento estaba terminando el primer año de Universidad.

Entre 1996 y 2020 trabajó con el Noticiero Económico Antioqueño.

En los primeros años en radio, cubrió información administrativa de Medellín y Antioquia. Entre 1983 y 1985 fue redactor económico en el Grupo Radial Colombiano y ahí recibió enseñanzas de Humberto López López que dirigía a Greco, grupo de redactores económicos. Sin habilidades para funcionar con Internet, terminó por iniciar la publicación de CHUCHO LO SABE que se distribuye por correo electrónico y WhatsApp.

Quizá solo un periodista del país estará la semana entrante en las reuniones de otoño del Fondo monetario Internacional y el Banco Mundial, que serán en Marrakech (Marruecos). No obstante el reciente terremoto, habrá reuniones (eso es como el mundial de la economía) y allá estará Jesús Antonio Vargas (Chucho lo sabe) siguiendo una tradición que empezó Jota Enrique Ríos a comienzos de los años 80. Es decir, solo la pandemia interrumpió la tradición de cubrir ese certamen que sucede cada año (dos consecutivos en Washington y uno en otro país miembro del FMI). Ahora Vargas lo hace por iniciativa propia y entregará sus informes a través de su boletín “Chucho lo sabe”.

“Chucho” ha cubierto siete veces las reuniones y esta será la octava. Cinco veces en Washington y luego en Lima 2015 y Bali 2018. Además asistió en 2016 a ONU HABITAT en Quito donde se congregaron 10.000 visitantes del extranjero. Y en Quito vivió la experiencia de ir a misa en la Iglesia de Guápulo, donde había cinco personas, más el cura y el acólito, mientras que en la otra eran tres personas, Chucho, el sacerdote y el acólito. Disfruta de la vida, con la convicción de sentir gratitud que empieza al despertar cada mañana, gozar del agua fresca, un desayuno y de sentirse protegido por el Creador. Los proyectos se inician con poco dinero y los recursos van apareciendo a medida que se va organizando la asistencia a determinado lugar.

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