JABÓN, CREMA FACIAL Y COCADAS, DISTINTAS FORMAS DE DARLE VALOR AGREGADO AL CACAO.
En la vereda de la Espriella, ubicada a 30 minutos de Tumaco, 25 familias han aprendido a transformar el cacao en diferentes productos.
El consumo per cápita del cacao en Colombia es de un kilogramo por persona, que se adquiere, principalmente, en presentación líquida, pues los colombianos no están acostumbrados a consumir formatos distintos o derivados de este producto que no sean bebidas, según Eduard Baquero, presidente de Fedecacao.
Para los cacaoteros la comercialización del producto es un reto, ya que la demanda cambia constantemente y el mercado requiere de nuevas propuestas. Es por esto que los productores de esta materia prima propusieron ideas innovadoras para transformar la materia prima y convertirla en mercancía atractiva para el público.
En la vereda de la Espriella, ubicada a 30 minutos de Tumaco, 25 familias han aprendido a sacarle provecho a este fruto, transformándolo en jabones, cremas faciales y cocadas, entre otros productos. Esto es resultado del proyecto “Cacaotiando Tumaco”, liderado por la Universidad Nacional de Colombia (Unal).
Este valor agregado ayuda a que el impacto en la variación del precio sea mínimo, ya que este cambia según la oferta y la demanda.
Según la Unal, del cacao se generan tres subproductos: el mucílago, la cáscara y la cascarilla. “Este trabajo busca reconstruir la memoria del cacao en las familias cacaoteras del Pacífico nariñense, pues se ha detectado que, a través de los monocultivos, se ha venido perdiendo la tradidición tan valiosa en relación a cómo se utilizaba este producto; por ejemplo, tenía usos medicinales, farmacéuticos y en alimentación. Es muy variada la cantidad de productos que se pueden realizar del cacao como jabones y otras piezas para el aseo personal”, explicó el profesor William Vásquez Rodríguez, líder del proyecto “Cacaotiando Tumaco”.
El experto afirma que se deben realizar capacitaciones en términos de diseño de estos productos y un trabajo con las comunidades, especialmente las personas mayores que conocen sobre cómo se trataban estos procesos.
“Sería muy importante que los productores de cacao consideren alternativas para no vender en bruto sus productos, sino que puedan agregarle valor, lo que implicaría recuperar estas prácticas tradicionales del cacao en el Pacífico nariñense y retomar algunos productos que son posibles de realizar y que generarían un valor agregado a este cacao maravilloso que se produce en la región”, afirmó Rodríguez
Gracias a este proyecto nacieron 11 emprendimientos, algunos de estos llegaron hasta el IV Congreso Internacional de Innovación Social 2022, realizado en la Unal, sede Manizales, donde se dieron a conocer por participantes del sector de innovación de España, Brasil y Uruguay.
Actualmente, la Unal está en la fase del proyecto que culmina en una feria en la vereda, donde las personas de la comunidad mostraran los resultados de los talleres, los saberes aprendidos.
Por: AGRONEGOCIOS