Acciones para la conservación de Coroncoro.
El humedal Coroncoro ha sido y es un refugio para muchas especies que habitan las zonas protegidas de Villavicencio, como los únicos lugares en los que pueden encontrar un hogar en donde poder sustentar sus necesidades de vida en el área urbana. Es por esto que actualmente se adelantan estrategias para aumentar la capacidad de conservación de este espacio.
Este humedal cuenta con una extensión de 30.2 ha entre su área de delimitación y la zona de amortiguación, que debido al acuerdo 0019 de 2010 lo declara como Área de Recreación: Parque Ecológico Humedal Coroncoro y es la categoría que lo integra al Sistema Nacional de Áreas Protegidas -SI- NAP-, brindándole una oportunidad de preservación con la que muchos otros espacios naturales no cuentan.
“El humedal Coroncoro pertenece a la microcuenca de caño Negro y se constituye en un ecosistema de alta importancia por los servicios ecosistémicos que presta en el control de inundaciones, retención de agua y mantenimiento de acuíferos en épocas de lluvia y sequía”, explicó la secretaria de Medio Ambiente, Sara Cabrera.
Es por esto que, des- de la Secretaría de Medio Ambiente, se han propuesto aumentar el alcance de las medidas de conservación, declarando su área de amortiguación, correspondiente al espacio de transición entre el paisaje intervenido por el hombre, como los barrios que están alrededor, y la zona de conservación que ya está declarada, en la que se encuentra el cuerpo de agua, así como la flora y fauna silvestre que habita este ecosistema.
La funcionaria expresó que el humedal “cuenta con bosques con diversidad de especies de plantas que son el hábitat de nuestra fauna silvestre”. Por eso, en línea con la propuesta del Gobierno Nacional de planear el ordenamiento territorial alrededor de la protección del agua y la vinculación del desarrollo económico con el avance social, el equipo de la Secretaría de Medio Ambiente tiene trazada una ruta para lograr ampliar el área protegida del humedal Coroncoro.
De acuerdo con el Decreto 1076 de 2015, la zona de amortiguación puede contener rastrojos o vegetación secundaria y puede estar expuesta a actividades agropecuarias y extractivas sostenibles, de regular intensidad.
Cabe destacar que el humedal cuenta con una gran diversidad de insectos y una población de armadillos que no se sabe su número, pero que puede ser la clave de un plan de conservación in situ para que una cantidad de esta especie se desarrolle en estado natural y a la vez generar investigaciones de comportamientos y otros estudios, pero por el contrario los vecinos al humedal cazan a los ocarros.
Por: LLANOSIETEDIAS