Hasta 77% de los colombianos creen que la “innovación disrputiva” puede reducir tasa de fumadores en 10 años.
Se estima que hay 100 millones de fumadores en el continente americano, de los cuales 34% residen en Estados Unidos.
La tabacalera Philip Morris International (PMI) y la agencia de investigación independiente Povaddo realizaron una encuesta sobre la percepción que están generando los proyectos de sustitución los cigarrillos por alternativas libres de humo. En el caso de Colombia, la mayor demanda para que esto ocurra lo antes posible apunta a la disrupción de las empresas.
De hecho, 77% de los encuestados en el país cree que la innovación disruptiva puede reducir las tasas de fumadores en los próximos 10 o 20 años, mientras que 69% considera que las nuevas tecnologías pueden desempeñar un papel importante para ayudar a sustituir los cigarrillos por alternativas menos perjudiciales para los fumadores adultos.
La encuesta, que se realizó en 14 países (Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Alemania, Italia, Japón, México, Panamá, Filipinas, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos), demostró que las innovaciones necesarias se conseguirán antes si los gobiernos y las empresas trabajan juntos. A su vez, las conclusiones generales resaltaron que “los cambios significativos se producen más pronto cuando todas las partes implicadas colaboran”.
“Creo que fundamentalmente la gente quiere que los gobiernos vayan más rápido en su capacidad de regular la innovación porque la gente es muy consciente de que, si un gobierno no crea el entorno adecuado para una innovación, hay un montón de oportunidades que se van a perder y también vas a tener algunos abusos”, dijo a Forbes el VP senior de Asuntos Internos de PMI, Gregoire Verdeaux.
Para el ejecutivo, la situación que tiene Colombia no es muy buena en la actualidad, porque cuando se trata del tabaquismo, hay un potencial sin explotar para el progreso, así como oportunidad para reducir su prevalencia. Tanto así, que el país fue elegido para el lanzamiento en la región de ‘Iqos’, sus productos libres de cigarrillos.
El gran señalado en este apartado es el gobierno. Según la encuesta de Povaddo, hasta 57% de los hacedores de política pública y el 49% de los representantes empresariales creen que las autoridades gubernamentales y de salud pública en Colombia “no han hecho un buen trabajo” a la hora de adoptar las nuevas tecnologías e innovaciones como forma de mejorar la salud pública.
A pesar de ello, Verdeaux destacó que hay factores que se deben tener en cuenta dentro de la discusión, como la llegada de un nuevo gobierno y una discusión sobre los impuestos, pero también destacó que ese aspecto alberga “un potencial sin explotar”.
En la actualidad, un tercio del mercado de cigarrillos en Colombia proviene de vías ilegales, sobre todo por el tráfico proveniente de Panamá, que le cuesta US$120 millones de impuestos al gobierno cada año. En consecuencia, un aumento de los impuestos sobre los cigarrillos siempre termina en un mayor tráfico del mercado negro móvil, de acuerdo con el ejecutivo.
Basta con observar a países como Francia, que tiene el paquete de cigarrillos más caro de la Unión Europea y donde los impuestos han pasado de 6 a 10 euros en el espacio de cinco años. Durante el mismo periodo de tiempo, el mercado ilegal supera un tercio del total, al igual que Colombia. Incluso, la mitad de eso son cigarrillos falsificados. Como resultado, el Estado francés ha perdido 2.500 millones de euros.
Cabe destacar que Panamá se ha convertido en n punto de dolor particular en América, pues se ha convertido en el “campeón mundial del tráfico de cigarrillos”, en palabras de Verdeaux, pues alberga hasta el 90% del mercado ilícito en este sector.
Acciones para el cambio
Los resultados generales de la encuesta, que se compuso de entrevistas a más de 17.000 adultos, revelaron tres puntos clave: la innovación está en el centro del progreso de la salud pública, con 89% de los participantes de acuerdo con eso. El gran problema es la accesibilidad, con 55% de encuestados asegurando que existe esa accesibilidad al público, con diferentes opiniones sobre si se está haciendo un buen trabajo con ello o no. Por su parte, 47% dicen que no se hace un buen trabajo desde el Gobierno frente a 42% que lo considera positivo.
Esa llamada para el cambio ha hecho que PMI invierta US$9.000 millones en investigación para buscar alternativas que reemplacen los cigarrillos. Para la compañía es interesante esperar la respuesta del gobierno, pero hoy, en todas partes del mundo es más fácil tener acceso a cigarrillos. El gran problema es que la gente no sabe de sus alternativas.
“Con la regulación para los productos smoke-free, se busca generar un entendimiento de que las alternativas existen y que, a pesar de los riesgos existentes, están amparados por la ciencia en que son menos dañinos. Al mismo tiempo, se apunta a una mayor aceptabilidad social y accesibilidad financiera. No obstante, esto último solo sucede cuando hay incentivos para cambiar”, explicó el presidente de PMI para las Américas, Deepak Mishra.
Bajo esa perspectiva, los directivos consideran que la labor de los gobiernos puede empezar con información verídica sobre la nicotina y dejar la demonización ante ello. Al respecto, aseguraron que dicha confusión “proviene de la perspectiva malvada de las compañías de cigarrillos”.
“Lo que tratamos de hacer es poner a la gente como prioridad, y eso es lo que proponemos a los gobiernos. El punto es que haya justicia, pes la gente que fuma no está a la cabeza de ingresos salariales en la sociedad. Si la gente siente que se le deja afuera de la innovación, va a resentir estos procesos”, agregó Mishra.
Por su parte, el senior advisor de Boston Consulting Group (BCG), Philip Evans, mencionó que hay una crisis existencial de las empresas frente a su negocio, pero la transformación lo requiere, a la par de un liderazgo necesario para tomar un nuevo curso, que a su vez debe tener visión a largo plazo con seguridad en soportar los retrocesos a corto plazo.
“Lo demás está en la gente, y es que deben retenerla, pues es un factor crítico para la transformación. Replicar estructuras sociales donde se vea una red densa y fluida es lo que da las claves para innovar y escalar. Para ello, una compañía descentralizada es clave”, subrayó.
Con respecto a las soluciones al consumidor, la jefe del grupo de nuevas ciencias de British American Tobacco (BAT), Carlista Moore Conde, sostuvo que deben estar alineadas con los estándares de salud, por lo que se deben definir y diseñar “experiencias placenteras”.
“Desarrollar un producto apunta a hacer la experiencia más especial, y es que la industria del tabaco atraviesa por lo mismo que muchas industrias para ganar consumidores, por lo que debe haber una aproximación importante entre ciencia y tecnología, así como más inversión sobre cómo los productos impactan en la gente para entregar experiencias emocionales y sociales, más que solo funcionales”, concluyó.
Por: FORBES