La guía definitiva para liberar espacio en el teléfono móvil.
Estas herramientas en la nube pueden ayudarnos a despreocuparnos de la capacidad de nuestros móviles.
Cada vez se toman más fotos con el móvil, se reciben más WhatsApp con adjuntos y se descargan más series y películas para disfrutar de ellas en el trayecto al trabajo. El espacio de almacenamiento en los móviles se ha convertido en un nuevo edén al que todo usuario aspira. No hay peor noticia que leer en la pantalla del móvil que no se pueden almacenar más fotos, o peor todavía, actualizar el sistema operativo, debido a una falta de espacio.
El aumento de la capacidad de almacenamiento en los teléfonos móviles ha seguido una senda lenta, pero constante; sin embargo, esta curva parece que comienza a aplanarse poco a poco. ¿Por qué motivo, si la demanda de espacio sigue creciendo? La respuesta la encontramos en la nube: los fabricantes aprecian todo ventajas, y no solo para el usuario, en optar por confiar el contenido multimedia en un servidor remoto.
La solución está en la nube
Esta apuesta traslada la necesidad de espacio de un limitado hardware a una escalable estructura remota, con las siguientes ventajas para el usuario:
No debe hacer una gran inversión en un modelo con más capacidad de almacenamiento y, en este sentido, conviene recordad que los soportes físicos (SSD) son más caros que el espacio en un servidor remoto.
El espacio de almacenamiento remoto es flexible, con lo que cada usuario podrá disponer de él en función de las necesidades particulares de cada uno: más espacio cuando se necesite, menos para los perfiles de uso bajo. El almacenamiento deja de ser un problema para el usuario del móvil.
En caso de robo, avería o pérdida del dispositivo, los datos permanecerán a buen recaudo, pudiendo restaurarse en el siguiente dispositivo.
La nube es el mejor repositorio para compartir contenido, puesto que basta con obtener un link de la colección de fotos o vídeos para compartir y evitar saturar los correos electrónicos o WhatsApp con adjuntos.
Buena, bonita, barata… ¿Por qué no se opta de forma masiva por servidores externos en lugar del almacenamiento en el propio dispositivo? De hecho, y aunque posiblemente no todo el mundo sea consciente de ello, ya lo están haciendo el grueso de fabricantes: Google insiste a los propietarios de Android para que activen la sincronización con Google Fotos, mientras que Apple hace lo propio con iCloud (y qué decir de quienes usan Dropbox, a los que se tienta mediante alertas de activar la subida de fotos a sus servidores).
Las grandes marcas tienen buenos motivos para seducir a sus clientes con las bonanzas de los servidores remotos: permiten la posibilidad de contratar planes de suscripción, un ganogano para ellos, puesto que, además de perpetuar la facturación con el cliente, lo retienen al generar más resistencias ante un posible cambio de plataforma. Si alguien tiene, por poner un ejemplo, 20.000 fotos en Google… ¿Para qué complicarse la vida migrándolas a iCloud al comprar un iPhone?
¿Es una solución segura? “Se puede percibir un riesgo de cara a la privacidad”, explica Fernando Suárez Lorenzo, presidente del Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática, “pero lo cierto es que estos servicios ofrecen principalmente seguridad ante pérdidas accidentales”, concluye. Este experto destaca que las empresas que proveen el servicio de alojamiento en la nube “se cuidan mucho” de garantizar la privacidad de sus usuarios, algo que está regulado rigurosamente por la legislación.
Las principales soluciones en la nube
Como hemos apuntado antes, tanto Google como Apple ofrecen un servicio a la medida de sus positivos, ofreciendo la ventaja añadida de la integración. Así, iCloud, el servicio de los de Cupertino, cuenta con un sistema mediante el cual se eliminan del dispositivo fotografías y aplicaciones que no se utilicen o consulten, volviendo a descargarlas de forma automática en el momento en el que el usuario accede a ellas.
Google One, el músculo del algoritmo
Será la solución natural de todo usuario de Android, y no solo por la integración con la plataforma, sino porque los primeros 15 GB son totalmente gratuitos. Este espacio es más que suficiente para un usuario no intensivo, sobre todo si se tiene en cuenta que, con un solo clic, se puede acceder al siguiente escalón: la friolera de 100 GB de almacenamiento (1,99 euros al mes). Quienes opten por el motor del todopoderoso Google disfrutarán además del potencial de sus aplicaciones, como es el caso de Google Fotos y la suite ofimática, Docs. La firma fundada por Sergey Brin y Larry Page ofrece las garantías propias de un gigante más que consolidado, si bien esta compañía siempre se ha defendido de acusaciones de monetizar la información privada de sus usuarios. En el caso de los servicios de pago, Google explica con todo detalle su estricta política de privacidad y el posible uso de datos de carácter privado con fines comerciales ha sido desmentido hasta la saciedad por el mismísimo Sundar Pichai, Presidente ejecutivo de la compañía.
iCloud, la privacidad y ecosistema como banderas
Quien no necesita dar ningún tipo de explicaciones en lo relativo a la seguridad y privacidad de los datos de sus usuarios de Apple, que ha tomado estos valores como bandera desde el primer momento. El peaje a pagar de no rentabilizar la información de los abonados, eso sí, será el precio: iCloud es únicamente gratuito en unos testimoniales 5 GB, que sirven como aperitivo a usuarios ocasionales de la cámara del iPhone y quienes no hagan un uso intensivo del dispositivo. El siguiente nivel requiere pasar por caja: 0,99 euros al mes por 50 GB, un espacio que buena parte de los usuarios del iPhone critican como escaso. iCloud ofrece, eso sí, una integración impecable en todo el ecosistema de la compañía y permite aligerar considerablemente el espacio en los iPhone al subir fotografías y aplicaciones no utilizadas a la nube de forma automatizada.
Dropbox, el “disco duro para todos” en la nube
Pero sin lugar a dudas, el mérito de “democratizar” los servicios en la nube hay que otorgárselo a Dropbox, y ser los primeros les ha dado una considerable ventaja. El popular producto de Daniel Ek disfruta de una de las mejores integraciones del mercado ¿Por qué es esto importante? Porque resulta insultantemente fácil subir cualquier tipo de documento, foto o archivo desde la práctica totalidad de las aplicaciones en el mercado. Esto es, los desarrolladores han considerado siempre a Dropbox a la hora de establecer las interacciones y eso convierte a esta herramienta en un respaldo cruzado excepcional,
tanto con dispositivos móviles como sobremesa. En lo relativo a los precios, los 2 GB gratuitos de base servirán al usuario para hacer sus pruebas y en cuanto esté convencido del buen hacer del sistema, escalar al nivel superior del que es raro que se baje: 2 TB por 9,99 euros al mes. Como puede apreciarse, la apuesta de Dropbox va más allá del mero almacenamiento de fotos y vídeos y quiere establecerse como único respaldo en la nube de todos los dispositivos del hogar.
Movistar Cloud, barra libre para los abonados al operador
Cuando uno lee “almacenamiento ilimitado gratuito” enseguida se le activan las suspicacias: ¿Ilimitado de verdad? ¿Cuál es la contrapartida? ¿Explotarán datos privados? Movistar ha zanjado este debate ofreciendo un servicio de almacenamiento totalmente ilimitado y gratuito para sus abonados; no hay letra pequeña ni conflicto de intereses: el operador quiere ocupar todas las necesidades de sus abonados para evitar que las satisfagan fuera de su paraguas. El negocio del operador se encuentra en una cuota mensual que intenta llenar con servicios de valor añadido, como es el caso de Movistar Cloud. El cifrado de extremo a extremo y la posibilidad, por parte del usuario, de gestionar toda su información desde la propia app, sirven como prueba de facto que se trata de un extra al servicio de sus abonados. Las valoraciones positivas en ambas tiendas de aplicaciones (Google Play y App Store), confirman que es un sólido producto, si bien, todavía no alcanza el nivel de prestaciones desde la app que ofrecen sus rivales, en especial en lo relativo al almacenamiento de fotos, como el reconocimiento facial y de objetos.
Esta apuesta traslada la necesidad de espacio de un limitado hardware a una escalable estructura remota, con las siguientes ventajas para el usuario:
No debe hacer una gran inversión en un modelo con más capacidad de almacenamiento y, en este sentido, conviene recordad que los soportes físicos (SSD) son más caros que el espacio en un servidor remoto.
El espacio de almacenamiento remoto es flexible, con lo que cada usuario podrá disponer de él en función de las necesidades particulares de cada uno: más espacio cuando se necesite, menos para los perfiles de uso bajo. El almacenamiento deja de ser un problema para el usuario del móvil.
En caso de robo, avería o pérdida del dispositivo, los datos permanecerán a buen recaudo, pudiendo restaurarse en el siguiente dispositivo.
La nube es el mejor repositorio para compartir contenido, puesto que basta con obtener un link de la colección de fotos o vídeos para compartir y evitar saturar los correos electrónicos o WhatsApp con adjuntos.
Buena, bonita, barata… ¿Por qué no se opta de forma masiva por servidores externos en lugar del almacenamiento en el propio dispositivo? De hecho, y aunque posiblemente no todo el mundo sea consciente de ello, ya lo están haciendo el grueso de fabricantes: Google insiste a los propietarios de Android para que activen la sincronización con Google Fotos, mientras que Apple hace lo propio con iCloud (y qué decir de quienes usan Dropbox, a los que se tienta mediante alertas de activar la subida de fotos a sus servidores).
Las grandes marcas tienen buenos motivos para seducir a sus clientes con las bonanzas de los servidores remotos: permiten la posibilidad de contratar planes de suscripción, un ganogano para ellos, puesto que, además de perpetuar la facturación con el cliente, lo retienen al generar más resistencias ante un posible cambio de plataforma. Si alguien tiene, por poner un ejemplo, 20.000 fotos en Google… ¿Para qué complicarse la vida migrándolas a iCloud al comprar un iPhone?
¿Es una solución segura? “Se puede percibir un riesgo de cara a la privacidad”, explica Fernando Suárez Lorenzo, presidente del Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática, “pero lo cierto es que estos servicios ofrecen principalmente seguridad ante pérdidas accidentales”, concluye. Este experto destaca que las empresas que proveen el servicio de alojamiento en la nube “se cuidan mucho” de garantizar la privacidad de sus usuarios, algo que está regulado rigurosamente por la legislación.
Las principales soluciones en la nube
Como hemos apuntado antes, tanto Google como Apple ofrecen un servicio a la medida de sus positivos, ofreciendo la ventaja añadida de la integración. Así, iCloud, el servicio de los de Cupertino, cuenta con un sistema mediante el cual se eliminan del dispositivo fotografías y aplicaciones que no se utilicen o consulten, volviendo a descargarlas de forma automática en el momento en el que el usuario accede a ellas.
Google One, el músculo del algoritmo
Será la solución natural de todo usuario de Android, y no solo por la integración con la plataforma, sino porque los primeros 15 GB son totalmente gratuitos. Este espacio es más que suficiente para un usuario no intensivo, sobre todo si se tiene en cuenta que, con un solo clic, se puede acceder al siguiente escalón: la friolera de 100 GB de almacenamiento (1,99 euros al mes). Quienes opten por el motor del todopoderoso Google disfrutarán además del potencial de sus aplicaciones, como es el caso de Google Fotos y la suite ofimática, Docs. La firma fundada por Sergey Brin y Larry Page ofrece las garantías propias de un gigante más que consolidado, si bien esta compañía siempre se ha defendido de acusaciones de monetizar la información privada de sus usuarios. En el caso de los servicios de pago, Google explica con todo detalle su estricta política de privacidad y el posible uso de datos de carácter privado con fines comerciales ha sido desmentido hasta la saciedad por el mismísimo Sundar Pichai, Presidente ejecutivo de la compañía.
iCloud, la privacidad y ecosistema como banderas
Quien no necesita dar ningún tipo de explicaciones en lo relativo a la seguridad y privacidad de los datos de sus usuarios de Apple, que ha tomado estos valores como bandera desde el primer momento. El peaje a pagar de no rentabilizar la información de los abonados, eso sí, será el precio: iCloud es únicamente gratuito en unos testimoniales 5 GB, que sirven como aperitivo a usuarios ocasionales de la cámara del iPhone y quienes no hagan un uso intensivo del dispositivo. El siguiente nivel requiere pasar por caja: 0,99 euros al mes por 50 GB, un espacio que buena parte de los usuarios del iPhone critican como escaso. iCloud ofrece, eso sí, una integración impecable en todo el ecosistema de la compañía y permite aligerar considerablemente el espacio en los iPhone al subir fotografías y aplicaciones no utilizadas a la nube de forma automatizada.
Dropbox, el “disco duro para todos” en la nube
Pero sin lugar a dudas, el mérito de “democratizar” los servicios en la nube hay que otorgárselo a Dropbox, y ser los primeros les ha dado una considerable ventaja. El popular producto de Daniel Ek disfruta de una de las mejores integraciones del mercado ¿Por qué es esto importante? Porque resulta insultantemente fácil subir cualquier tipo de documento, foto o archivo desde la práctica totalidad de las aplicaciones en el mercado. Esto es, los desarrolladores han considerado siempre a Dropbox a la hora de establecer las interacciones y eso convierte a esta herramienta en un respaldo cruzado excepcional,
tanto con dispositivos móviles como sobremesa. En lo relativo a los precios, los 2 GB gratuitos de base servirán al usuario para hacer sus pruebas y en cuanto esté convencido del buen hacer del sistema, escalar al nivel superior del que es raro que se baje: 2 TB por 9,99 euros al mes. Como puede apreciarse, la apuesta de Dropbox va más allá del mero almacenamiento de fotos y vídeos y quiere establecerse como único respaldo en la nube de todos los dispositivos del hogar.
Movistar Cloud, barra libre para los abonados al operador
Cuando uno lee “almacenamiento ilimitado gratuito” enseguida se le activan las suspicacias: ¿Ilimitado de verdad? ¿Cuál es la contrapartida? ¿Explotarán datos privados? Movistar ha zanjado este debate ofreciendo un servicio de almacenamiento totalmente ilimitado y gratuito para sus abonados; no hay letra pequeña ni conflicto de intereses: el operador quiere ocupar todas las necesidades de sus abonados para evitar que las satisfagan fuera de su paraguas. El negocio del operador se encuentra en una cuota mensual que intenta llenar con servicios de valor añadido, como es el caso de Movistar Cloud. El cifrado de extremo a extremo y la posibilidad, por parte del usuario, de gestionar toda su información desde la propia app, sirven como prueba de facto que se trata de un extra al servicio de sus abonados. Las valoraciones positivas en ambas tiendas de aplicaciones (Google Play y App Store), confirman que es un sólido producto, si bien, todavía no alcanza el nivel de prestaciones desde la app que ofrecen sus rivales, en especial en lo relativo al almacenamiento de fotos, como el reconocimiento facial y de objetos.
Por: ELPAÍS