¿Qué tecnología habrá dentro de cien años?
La evolución del ‘hardware’, las comunicaciones y el ‘software’ contribuirá a un enorme desarrollo de campos como la telemedicina.
Es imposible saber con seguridad qué tecnología estará disponible dentro de un siglo, pero sí podemos anticipar una visión general si echamos una ojeada a los avances que se están gestando en los tres ámbitos principales de las TIC (Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones): el hardware (los dispositivos y las máquinas), las comunicaciones (redes cableadas y móviles) y el software (servicios y aplicaciones). Estos tres campos van de la mano, aunque el hardware manda en la carrera evolutiva.
Actualmente, aún seguimos usando la tecnología de transistores que impone límites en la capacidad de procesamiento y el almacenamiento de datos. De hecho, en los últimos años, se ha ralentizado el ritmo de aumento del volumen de almacenamiento y velocidad de procesamiento que puede conseguirse en dispositivos que son cada vez más pequeños. Los computadores cuánticos prometen superar todos estos límites. Me imagino que dentro de 100 años existirán los ordenadores genuinamente cuánticos. Entonces se podrán realizar rápidamente operaciones que ahora llevan años o que directamente no se pueden hacer con un ordenador convencional. La computación cuántica es todavía una quimera y no debemos creer todo lo que se cuenta al respecto. Empresas como Google e IBM tienen sus propias versiones de computadores cuánticos, pero sus artículos son esencialmente marketing y sus experimentos no siempre están contrastados. Lo que parece indiscutible es que este es el futuro, por lo que las universidades se están tomando esto en serio, se está haciendo mucha investigación y se imparten cursos a los alumnos de grado.
En segundo lugar, tenemos las comunicaciones. Aquí el gran reto es conectar personas y objetos de todo tipo a gran velocidad. La gran revolución que hemos vivido con las comunicaciones móviles ha sido espectacular. Aún no hemos terminado de implantar el 5G y ya estamos trabajando en el 6G. Estamos cerca de conseguir que el tiempo de respuesta sea menos de un milisegundo y ampliar aún más el ancho de banda ya cercano a los Gigas, que dentro de cien años será del orden de Teras o más. Con el 6G vendrá la integración de la inteligencia artificial y del procesamiento de imágenes de forma nativa como parte de la red móvil, lo que multiplicará la capacidad de transmisión de datos masiva y lo haremos de forma sostenible, con bajas emisiones, mejor que ahora. Algunos expertos opinan que en un futuro se implantará a las personas procesadores de algún tipo para monitorizar de forma remota e inalámbrica, por ejemplo, nuestra salud.
Todo esto permite avanzar en la tercera pata que es el software. Porque si tú consigues conectar en milisegundos dos objetos o a una persona con un objeto, podrás hacer cosas como operar remotamente con un robot, controlar cualquier objeto o robot desde el móvil, o mejorar la interacción de los vehículos autónomos con el entorno. Si hablamos del desarrollo software y de las aplicaciones, cuando la computación cuántica sea una realidad, habrá que reprogramar todos los sistemas operativos y aplicaciones para adaptarlos a los nuevos ordenadores y cambiarán las interfaces hombre-máquina. Mediante realidad aumentada desplegaremos una pantalla virtual en una pared o en el aire, es decir, no hará falta un soporte. Esto quiere decir que dentro de 100 años el mundo real y el virtual serán uno solo. Veremos los objetos reales, pero con más información que te dará la realidad aumentada y podrás interactuar con ellos solo moviendo las manos con gestos muy sencillos, con unas gafas o con una gorra. Es lo que la gente demanda, soluciones sencillas para controlar las máquinas.
En cuanto a la programación, la tendencia actual es que las niñas y los niños aprendan programación desde pequeños. Esa semilla que estamos sembrando va a germinar y esas niñas y niños van a ser mucho más capaces de desarrollar aplicaciones sin necesidad de estudiar un grado en informática. Es decir, la capacidad para programar será una habilidad básica más de la mayoría, o muchas, de las personas. Eso supondrá que las personas podrán programarse las aplicaciones a su medida, para su negocio o por ocio.
Con la evolución de esas tres patas tecnológicas de las que te hablo, tendremos la posibilidad de contar con aplicaciones que desarrollarán enormemente algunos campos. Uno evidente es la telemedicina: tendremos médicos de familia virtuales, que diagnosticarán con la ayuda de la inteligencia artificial (IA). Y hablando de IA, hay muchos problemas aún inabordables porque no tenemos suficiente capacidad de cálculo, pero cuando la computación cuántica sea un hecho, hará despegar también a la IA más allá de los límites actuales. También avanzará mucho la domótica doméstica. Tendremos robots en casa, no necesariamente con aspecto humano, pero que serán los que nos cuiden y nos tengan monitorizados constantemente. Esto no será tan difícil, ya que, al final, una persona que cuida, por ejemplo, a un anciano lo que hace es vigilarle, ver si está enfermo, si necesita comer, ayudarle si tiene un problema y si no puede resolverlo, llamar a quién sí pueda hacerlo. Eso mismo lo harán esos robots cuidadores, pero con mayor seguridad y más competencias.
Lidia Fuentes Fernández es doctora ingeniera en informática y catedrática de Ingeniería Telemática en la Universidad de Málaga.
Pregunta enviada vía email por Hever Galindo Sandoval Chavez
Coordinación y redacción: Victoria Toro
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Por: ELPAÍS