Los hermanos González Gaviria, un ejemplo de trabajo en familia.
Sergio y Diego son jericoanos de pura cepa, están orgullosos de sus montañas y de su gente; por eso, cuando surgió la oportunidad de trabajar en el proyecto, no dudaron un segundo de vincularse con una empresa que estuviera asentada en el territorio. Sergio, el mayor de los…
Sergio y Diego son jericoanos de pura cepa, están orgullosos de sus montañas y de su gente; por eso, cuando surgió la oportunidad de trabajar en el proyecto, no dudaron un segundo de vincularse con una empresa que estuviera asentada en el territorio.
Sergio, el mayor de los hermanos, entró como auxiliar de bodega en el área de geología, un espacio que le permitió conocer y entender cómo funciona el proyecto de primera mano: “He tenido un crecimiento muy grande. Durante estos años he pasado por varios roles y por varias áreas, y he tenido la oportunidad de conocer mucho sobre este proyecto en lo administrativo y lo operativo”, cuenta este técnico contable y financiero, quien ingresó en 2012 al proyecto.
Durante esta década de labores, Sergio reconoce que uno de los activos más importante de la empresa está en sus empleados, pues son ellos quienes con dedicación y compromiso hacen posible que el proyecto se convierta en un referente para la región; así como también que el territorio se transforme positivamente: “Podría decir que le tengo un amor entrañable a Jericó, irme a trabajar a otro lado es la última opción. Probé suerte en Medellín y no me fue muy bien, por eso regresé y desde ese momento siempre he estado acá”, señala Sergio, quien es padre de dos hijos y actualmente cursa una tecnología en gestión empresarial. A futuro se proyecta como profesional en administración o contaduría.
Meses más tarde de su ingreso a la compañía, su hermano Diego decidió presentarse a una convocatoria para el área de operaciones, quienes en su momento buscaban a un oficial de construcción. Gracias a sus estudios y experiencia logró vincularse en el proyecto: “Después de trabajar en la adecuación de Galilea, la empresa sintió la necesidad de contar con personal en el área eléctrica; por eso, me dieron la oportunidad de estudiar una técnica en electricidad. Además de aprender sobre esta área, pude obtener la tarjeta profesional”, recuerda Diego.
Para este padre de familia, quien es técnico en construcción, el proyecto también se convierte en un escenario de aprendizaje: “Siempre he pensado que, si yo aprendí o alguien me enseñó, yo también debo dar lo que sé. Yo lo llamo la escuelita, hay varios muchachos que aprendieron sobre construcción y dos sobre el tema eléctrico”, señala.
Actualmente, tras una experiencia laboral de 10 años, Sergio y Diego trabajan en el área de Servicios Administrativos. Aunque tienen actividades en líneas diferentes, en ocasiones se cruzan y se complementan: “A veces estamos donde mi mamá y llegamos a un tema laboral, tratamos de que no sea así, pero pasa. Incluso en esas charlas familiares hemos llegado a soluciones de trabajo”, cuentan entre risas.
Han sido 10 años de experiencias gratas, de aprendizajes y de nuevas miradas de este territorio, por eso los hermanos González Gaviria esperan seguir en su proceso de formación para crecer dentro de la compañía, con el fin de retribuir a su municipio un desarrollo que le permita ser un referente en la región.
Por: ALDEADEPIEDRAS