Pérdida de confianza, el ‘talón de Aquiles’ para salvar Justo & Bueno.
La próxima semana sería la audiencia citada por la Supersociedades en la que el potencial inversionista haría la oferta.
La falta de confianza, especialmente de dueños de locales, es hoy el principal obstáculo para salvar a la cadena Justo & Bueno. Esa situación es fruto de los anuncios fallidos que sus dueños dejaron en los empresarios afectados por la crisis de esta cadena que ahora hace sus últimos esfuerzos por un proceso de salvamento.
Así lo reconoció Darío Laguado, designado liquidador en una reunión informativa el pasado lunes en donde presentó el diagnóstico y envió un mensaje claro sobre lo que puede pasar con Justo & Bueno.
“El escenario es de inminente liquidación o de posible salvamento y el liquidaror va a ser el ejecutor de lo que resulte”, notificó a los presentes en la reunión informativa que se tornó en algunos momentos tensa por la molestia de los afectados. Algunos informaron que no tenían interés en participar en el salvamento, incrédulos ante la nueva propuesta y hasta reclamaban la restitución inmediata de sus locales.
En la audiencia que debe citar la Supersociedades para la otra semana, el juez deberá definir si se dan las condiciones para que se inicie el proceso de recuperación o si se procede al cierre definitivo.
En todo caso, Laguado fue preciso en que la nueva opción del potencial inversionista que surge en el momento en la que la Supersociedades decreta la liquidación es real y ‘no es un fantasma’, por lo que hay una luz de esperanza para la recuperación de la empresa y debería ser considerada por quienes creen que no hay otro camino distinto al cierre de la cadena.
Como ya lo había consignado la Supersociedades, y lo había admitido a Portafolio el propio fundador de las tiendas, Micel Olmi, el liquidador ratificó que Justo & Bueno no tiene cómo responder por las acreencias.
“La base de la operación no está en la propiedad sino que se pegaron a atributos ajenos”, dijo Laguado. Actualmente, la red de operación cuenta con 3.621 trabajadores activos, 1.122 locales activos con contratos de arrendamiento vigentes y 399 proveedores.
Para lograr el salvamento, dijo Laguado, es necesario que todos los eslabones del negocio -proveedores, duelos de locales, transportadores y trabajadores- actúen en forma armónica y cooperen para sacar a adelante la cadena, con el respaldo del inversionista que cree en la viabilidad de Justo & Bueno y del negocio.
“La operación de la empresa está prácticamente parada en este momento y reactivarla sin un inversionista es muy complicado”, advirtió.
Los activos que tiene hoy están integrados por unas cuentas por cobrar que superan los $17.269 millones de los cuales el 68% corresponde a cuentas por cobrar a vincular. A eso se suman 56 marcas como Mercadería Justo & Bueno, En Justo & Bueno mercas con gusto., y otros bienes y derechos en contratos de leasing que no superan los $1.000 millones que se llevan al gasto. Por su parte, los pasivos son del orden de $1,8 billones .
Por: PORTAFOLIO