Ropstar.co: ‘impacto social y ambiental valen a la hora de emprender’.
Raphael Kromer, fundador y CEO, explica las motivaciones que tuvo para dar vida a la plataforma que estimula el comercio de la ropa usada en el país.
El interés por un mundo cada vez más sustentable es una de las tareas más importantes entre los innovadores de hoy y así lo refleja Raphael Kromer, fundador y CEO de Ropstar.co, una plataforma que aloja a todos aquellos que comercializan ropa usada.
“Se trata de un emprendimiento de tecnología que tiene un impacto social a la clase media en Latinoamérica, con un impacto también al medio ambiente”, señala el empresario.
Todo empezó con el análisis macro del mercado de la moda y la tendencia global hacia este mercado de segunda mano o de ropa sustentable, establecidos especialmente en países de Europa y en los Estados Unidos, pero que en la región empieza a cobrar importancia.
Existen cálculos de que más o menos hasta el 2030 la ropa de segunda mano va a representar casi el 20% de un clóset promedio, hoy está en 9% en el mundo.
“En Latinoamérica creemos que estamos en menos de 5%. Entonces es un mercado pequeño, emergente”, comenta Kromer a Portafolio.
Luego de ver los datos generales, el análisis se dirigió al comportamiento de esta actividad en los distintos países de la región y, particularmente, en Colombia.
“Revisamos qué está pasando en Colombia y empezamos a hablar con usuarios, con vendedores y con sitios que ya existen y nos dimos cuenta de que es un mercado que todavía es muy pequeño, y en el que existe mucho estigma alrededor del uso de la ropa de segunda mano”.
Sin embargo, afirma Kromer está cambiando la consciencia de los consumidores y de las nuevas generaciones, ya que son más sensibles hacia los beneficios que trae esta práctica.
Antes se hablaba del fast fashion en el que estamos comprando más ropa y utilizándola menos y a un menor costo. Entonces alguien tiene que asumir este costo y al final es el planeta”, comenta el empresario, al tiempo que señala que con este panorama a la industria de moda se le responsabiliza del 10% de la contaminación global.
En el proceso de investigación local, Raphael Kromer se encontró también con un negocio, si se quiere silencioso y atomizado, que estaba haciendo la tarea de contactarse, vender y comprar prendas por redes sociales.
“Encontramos en Colombia, dueñas de marcas personales que ya habían montado sus tiendas en Instagram. Compran y venden prendas de segunda mano, acordes a su estilo”.
“A nosotros nos gustó mucho esto porque también vimos que son expertas en este mundo, como que llevan años haciendo esto. Saben cómo presentar el inventario, tomar fotos, describir una pieza, determinar los precios correctos de reventa y, al final, logran crear un contenido de alta calidad”, precisa.
De alguna manera, este emprendimiento también tiene la virtud de dar una mano y servir de soporte a otras personas que están comenzando nuevos negocios, destaca.
Agrega que “aunque la gente tiene mucha prevención y mitos alrededor del reuso de la ropa y piensa cosas extrañas, estas vendedoras demuestran que existe un mercado entonces empezamos a ayudar y a trabajar con estas vendedoras y para formalizarlo nació Ropstar.co”.
Desde el comienzo, la iniciativa tuvo el apoyo de Vertical Partners, el fondo de inversión del Grupo Leonisa y ahí tuvo acceso a la persona que tiene conocimiento sobre el mercado de moda en el país y eso sirvió mucho para entender la dinámica en Colombia, el ciclo de producción y las diferentes marcas.
“También conseguimos expertos en áreas como tecnología, venta directa y así se construyó un círculo de gente que tiene mucha experiencia y que hace también sus aportes para estructurar el marketplace.Hay que dar con las personas correctas para que ayuden y den consejos”.
En últimas, el objetivo es alojar a todas estas profesionales en un solo sitio y facilitarles sus negocios. La idea es que gestionen sus tiendas más eficientemente y se concentren en tener más inventario y no pierdan tiempo en procesos operativos.
Desde agosto del año pasado cuando empezó a operar, a la fecha, tiene unas 1.000 vendedoras especializadas en este tipo de prendas que están en distintas zonas del país.
Por su parte, en este sitio especializado quienes compran pueden encontrar, de forma digital, prendas únicas y atractivas con las garantías de seguridad y confianza para comprar y hacer transacciones.
Las oficinas centrales de Ropstar.co están en Bogotá y aunque el enfoque es el mercado colombiano hay países de la región en donde hay un movimiento interesante de comercio de ropa usada. México y Brasil son dos ejemplos.
Con proyectos como este, el mercado de ropa de segunda en América Latina podría alcanzar los US$7.000 millones para el 2025, lo que representaría el 11% de la industria de reventa de ropa mundial para ese año.
“Pensamos que la responsabilidad de una marca es de cómo empacar esta idea de reutilizar ropa desde un punto de vista de branding… Si se hace para ahorrar resultaría un aspecto muy importante, pero nosotros lo hacemos pensando en que la persona puede conseguir piezas únicas, especiales, desde un ángulo distinto que ayuda a cambiar ese estigma. Eso no va a pasar en medio año o en un año pero hay una confianza en que lo vamos a lograr”, dice el fundador y CEO de la plataforma.
Por: PORTAFOLIO CONSTANZA GÓMEZ GUASCA