“Fue víctima del tráfico ilegal de fauna silvestre y murió posiblemente, porque un animal lo atacó”:
- El tití piel roja o tití cabeza de algodón, perteneciente a la especie Saguinus oedipus, fue reportado muerto por la ciudadanía el pasado miércoles 2 de marzo, en la Vereda El Uvito del corregimiento de San Cristóbal.
- Desde entonces, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia y la Universidad CES, asumieron la investigación para determinar las causas de su muerte.
- La necropsia realizada por la Universidad CES, arrojó, entre otras cosas, traumatismo severo a nivel de tórax, desgarro en sus músculos intercostales y una grave hemorragia en su cavidad torácica que le provocó la muerte. Otro animal le habría generado las graves heridas.
- El tití piel roja o tití cabeza de algodón, es una especie endémica y se encuentra clasificada en peligro crítico de extinción, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Después de que se conociera el pasado miércoles 2 de marzo, la extraña muerte de un mono tití piel roja en la vereda El Uvito del corregimiento de San Cristóbal en Medellín, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia y la Universidad CES, hicieron posible el desarrollo de la necropsia que determinó las causas reales por las que habría muerto el animal.
De acuerdo con el análisis, todo indica que el mono, conocido también como tití cabeza de algodón y perteneciente a la especie Saguinus oedipus, habría sufrido un trauma severo a nivel del tórax, el cual, le provocó desgarro en sus músculos intercostales y le generó, además, no solo una grave hemorragia en su cavidad torácica, sino que, también, hematomas en pulmones, pericardio y una fractura hepática, que le habría causado un shock de tipo neurogénico hasta su muerte.
Así lo explicó el patólogo de la Universidad CES, Luis Carlos Veloza, quien dijo que posiblemente, ´´un animal lo tomó de las fauces generando los traumatismos evidenciados´´, cerca de donde fue encontrado y posteriormente reportado por un ciudadano a la línea de atención de fauna silvestre. Asimismo, la Subdirectora de Ecosistemas de Corantioquia, Olga Lucía Zapata, aclaró que el mono tití sí habría sido víctima del mismo tráfico ilegal de fauna en la región, pues su especie predomina en el noroccidente colombiano, precisamente en la región del Urabá antioqueño, el departamento de Córdoba y el norte de Bolívar. “Este no es un animal que viva en el Valle de Aburrá. Probablemente alguna persona lo tenía en cautiverio y lo habría abandonado cerca de la zona”, dijo.
Mientras que el Grupo GELMA de la Fiscalía General de la Nación y el Grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía Metropolitana se suman al caso, las Autoridades Ambientales, como el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Corantioquia, aseguran que, la extracción violenta de su hábitat y posterior muerte, representa una pérdida ecosistémica muy significativa, dado que el tití cabeza de algodón es una especie en peligro crítico de extinción en el país.
Desde agosto del año pasado y hasta la fecha, han ingresado más de 40 titíes cabeza de algodón a los centros de atención de fauna silvestre así: siete al Hogar de Paso de Corantioquia y 33 al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, ambos operados por la Universidad CES. De ellos, 5 han podido ser liberados, dado lo complejo de su proceso de rehabilitación.
De igual forma, se han realizado 50 Puestos de Control Ambiental -PCA-, en compañía de la Policía Nacional, donde se han abordado alrededor de 1.646 vehículos y se han sensibilizado más de 6.587 personas, sobre la protección de la fauna silvestre en la zona urbana (competencia del Área Metropolitana del Valle de Aburrá) y rural, jurisdicción de Corantioquia.
¡Algunos datos importantes sobre los titíes piel roja o titíes cabeza de algodón, Saguinus oedipus!
El peso de los individuos adultos es de unos 450 gramos. Su cuerpo mide cerca de 25 centímetros y poseen una cola de más o menos 40 centímetros que no es prensil. Se distinguen por tener el rostro oscuro y desnudo, pero coronado por una melena larga de color blanco, a la que le deben los nombres de piel roja o cabeza de algodón. El dorso y la cola son de color café con algunos tonos rojizos, mientras que la zona ventral y la punta de la cola son de color blanco.
Esta especie prefiere los bosques nativos (riparios, secundarios, primarios, regeneraciones avanzadas e incluso bosques subxerofiticos), aunque ha podido adaptarse a hábitats intervenidos. Normalmente se desplazan por los bosques en grupos de 2 y 9 individuos, entre adultos de ambos sexos, juveniles e infantiles. Cada grupo defiende un territorio de más o menos 10 hectáreas, mediante vocalizaciones y despliegues físicos que son iniciados tras el aviso dado por los individuos centinela cuando detectan un grupo rival.
Para proveerse de los recursos necesarios para la tropa, esta puede hacer recorridos diarios que pueden variar entre 400 metros a 2 kilómetros, dependiendo de la calidad y cantidad de fuentes alimenticias que ofrezca el territorio. Usualmente, consumen frutos, pequeños artrópodos, flores, hojas néctar de algunos árboles como el piñón; y ocasionalmente, pequeños vertebrados como ranas y lagartijas. Cuando consumen frutos, dispersan algunas semillas y se ha demostrado que es un mecanismo de dispersión efectivo al menos para 27 especies de árboles nativos. Es común el compartir alimento entre padres e hijos o entre hermanos.
Estos primates son diurnos, en el tiempo de vigilia reparten el tiempo entre descanso, desplazamiento, vigilancia, acicalamiento y forrajeo. En las noches descansan en una rama ancha o en horquetas de ramas con poca cobertura vegetal sobre ellas.
Normalmente, solo una hembra del grupo es reproductivamente activa mientras que las demás hembras son inhibidas hormonalmente por lo que no pueden quedar preñadas. En algunos, casos la hembra reproductiva se aparea con varios machos de su grupo, mientras en otros casos es monógama. La gestación dura más o menos 130 días y los nacimientos, normalmente de mellizos, ocurren entre marzo y mayo o entre septiembre y noviembre. Durante los días previos al nacimiento, la madre reduce los movimientos, pero durante el periodo de lactancia duplica el desplazamiento para forrajear e incrementar el consumo de alimento. Esto es posible gracias a que los demás miembros de la tropa apoyan a la madre mediante un sistema de crianza cooperativa, en el que otros dos individuos adultos o juveniles mayores, se encargan de cargar y cuidar a las crías. Los individuos de más o menos siete semanas comienzan a jugar entre ellos o con los adultos que los cuidan, pero aun en la edad adulta se han registrado juegos sociales con otros adultos.
Al crecer, los machos subadultos migran entre tropas. Cuando un macho es recibido en un nuevo grupo, la hembra dominante (la hembra reproductivamente activa) realiza comportamientos de marcaje y amenaza al individuo nuevo desde cierta distancia. Los machos residentes también pueden mostrar algunos signos agresivos, pero no realizan marcación. La cohesión social del grupo es reforzada por comportamientos como el acicalamiento mutuo en el que un individuo busca piojos o garrapatas en el pelaje de otro.