Las voces que advirtieron la tragedia de Pereira y no fueron escuchadas.

En la zona hubo dos deslizamientos similares en los años 1976 y 1926 que cobraron más de 100 vidas.

las 6:20 de la mañana de este 8 de febrero, un talud de tierra que cayó sobre el río Otún destruyó al menos seis casas, deja -al momento- 16 muertos y es el causante de una de las tragedias naturales más grandes en el departamento de Risaralda. Pero no es la única que ha vivido el departamento en esta zona.

Seis cuadras más abajo de donde ocurrió esta tragedia, entre las calles 33 y 34 con Avenida del Río en Pereira, en el año 1976 se presentó un hecho similar que dejó 80 muertos. Y 50 años antes, en 1926, hubo otra tragedia similar. Unos metros abajo de donde quedaba el ferrocarril, otro derrumbe acabó con la vida de muchas personas. Recortes de la prensa de El diario, en esa época, hablan de ‘innumerables muertos’.

Repitiéndose el ciclo casi que cada 50 años, Pereira y Dosquebradas vuelven a vivir en carne y vida propia las inclemencias de la naturaleza. De acuerdo a lo informado por las autoridades de gestión del riesgo, el detonante del derrumbe fue “una ruptura en el canal de la acequia que, al colapsar, generó una acumulación y flujo constante de agua hacia la ladera”.

Algunas personas señalan que lo que ocurrió era predecible, por sus antecedentes. No obstante, Juan Mauricio Castaño, docente de la Universidad tecnológica de Pereira y miembro de la Red Hidroclimatológica de Risaralda y del Sistema de Alertas Tempranas, fue más allá y aseguró que sí lo era, pero que había múltiples factores.

En este sector del río Otún han ocurrido tres tragedias similares con intervalos de entre 45 y 50 años. Estas catástrofes han cobrado más de 100 vidas.
Foto: Diego A. Gonzales

“La configuración de amenazas de deslizamiento, inundaciones u otras circunstancias, combinado con personas ubicadas en zonas no adecuadas son insumo para decir que el desastre es probable. Así entonces, si uno busca culpabilidad hay que extenderlo a la creación de las ciudades, porque se han hecho sobre laderas, no solo Dosquebradas y Pereira, muchas en la región y el país”, apuntó el docente.Esa probabilidad se identificó claramente después de la avalancha del 76. En esa época se reubicaron 1.800 familias, pero con el tiempo otras llegaron.

Así registró el periódico El Diario el tercer aniversario de la tragedia del río Otún en 1926.
Foto: Jaime Gutiérrez

“Tras esa tragedia nació la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder). Su función principal fue resolver los problemas críticos del río. Entre los 80 y los 90 se consiguieron 150 millones de dólares para reubicar a 1.800 familias, estabilizar taludes y demás, varios barrios se crearon producto de eso. Pero no duró”, indicó Ernesto Zuluaga, director de la Carder en esa época.

Con los años, sostiene Zuluaga, la Carder fue tomando nuevas responsabilidades y lo que pasara con el río se convirtió en uno de muchos temas.

“Me parece lamentable que desaparecieran los controles. La gente olvida las tragedias y asume los riesgos, vive allá pensando que no va a volver a pasar, pero es responsabilidad de las autoridades ejercer control que la protejan”, añadió Zuluaga.

FOTO: Alexis Múnera.

Por su parte, el actual director de la Carder, Julio Gómez, señaló: “Lastimosamente, las construcciones ilegales que están sobre la ladera la ponen de vertimiento de sus aguas negras. Una pendiente de casi 90 grados, con las lluvias, aguas negras y actividades de labranza tiene todas las condiciones para provocar un fenómeno como este“, expresó el funcionario.

Gómez comentó que las administraciones municipales, en este caso las de Pereira y Dosquebradas, son las responsables de evitar que haya asentamientos ilegales.

“Es un tema difícil, porque ante un desalojo todo el mundo reacciona. Es complejo y los municipios no tiene los recursos. Cuando llegan estas tragedias empezamos a buscar responsables sin reconocer que es una sumatoria de errores y un acumulado histórico de omisiones de varias partes”, apuntó Gómez.

La comunidad no ignoraba el riesgo de que el derrumbe ocurriera, pero aseguran que no tiene otras opciones para ubicarse.

“La pregunta del millón es cómo vivimos ahora nosotros con ese miedo, pero uno no se puede ir porque: ¿para dónde?. Nos tocaría irnos a pagar arriendo y el gobierno no ayuda con nada. Esto sí fue una invasión hace 60 años, y desde ese tiempo nos están reubicando”, dijo Pedro Lugo, habitante del sector que perdió todo su negocio y parte de su casa.

La tragedia fue ocasionada por una saturación del terreno tras más de 12 horas de lluvia.
Foto: Google Maps/Diger

Además, las comunidades aseguran que habían notado algunos cambios en el talud, y algunos temían lo peor, que finalmente acabó ocurriendo.

María Camila Restrepo, vecina del sector, señaló que en días pasados habían visto una grieta, pero muchos no le prestaron atención. También, habló de una reubicación que  les prometieron y que nunca ha llegado. “En un momento si hablaron de movernos por las crecientes del río, pero eso está quieto hace mucho tiempo”, agregó.

Al respecto, la Alcaldía de Pereira, indicó desde el 2020 están trabajando para recuperar el territorio. “Hemos hecho, desde el 2020 a la fecha, 131 visitas de control urbano y hemos recuperado 283 metros. Esto, sumado al proyecto el malecón del río Otún, un proyecto que contempla en una de sus fases la reubicación de las familias de la zona”, dijeron.

Ahora, tras la tragedia, anunciaron apoyos para los afectados. “En Pereira desalojamos 15 viviendas para evitar los riesgos. Desde ya daremos apoyo a albergues temporales u hoteles. Por supuesto pensamos, a largo plazo, en un proceso de relocalización de estas familias”, dijo el alcalde Carlos Maya.

Tragedia invernal en Risaralda dejó 16 muertos y 34 heridos..
Foto: AFP

Por su parte, la Alcaldía de Dosquebradas, en donde se afectó el barrio La Esneda, señaló que en 2021 se hicieron 71 procesos de reubicación y que esperan continuar con ellos este año.

“El Gobierno nacional nos va a ayudar con arrendamientos y otras ayudas. Vamos a seguir tocando puertas para poder trasladar a las 52 familias que tenemos que evacuar en este sector“, agregó el alcalde Diego Ramos.

Mientras tanto, desde la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD) dijeron ayer que brindarán apoyo también a largo plazo.

“Vendrán obras complementarias y estudios al canal que pasa por arriba. Vamos a  empezar conjuntamente estudios para la intervención. Además, con miras al futuro revisaremos la reubicación de las familias, lo cual nos lo dirán estos estudios”, señaló el director de la UNGRD Eduardo José González.

Finalmente, Angelly Granadas, vecina del sector en la calle 30, exige que el apoyo sea también para zonas aledañas que también están en alto riesgo, no solo en las casas afectadas.

“En este momento, estamos en una situación muy difícil, tenemos niños, somos madres cabeza de hogar y no hemos recibido ayuda de la Alcaldía porque no nos han encuestado, según ellos, no estamos en un sector de alto riesgo. Solamente están censando en donde hubo el daño o ya están muertos; que nos ayuden también a los que estamos vivos”, dijo la mujer.

Granada agregó que espera que los reubiquen pronto y evitan nuevas tragedias. “Esto ya pasó hace 50 años y ustedes (Gobierno) no pueden dejar haya otra tragedia para ahí sí actuar”, anotó.

Sigue la búsqueda de posibles sobrevivientes en la zona.

A esta hora continúan las labores de búsqueda y rescate de personas desaparecidas en el lugar. Los organismos de socorro informaron que hay dos personas desaparecidas en Pereira y otras dos en Dosquebradas. El ministro del Interior, Daniel Palacio, visitará la zona de la emergencia durante esta mañana.

Aunque aún no hay un censo de los damnificados, siete familias están albergadas en un colegio cercano a la zona donde ocurrió la tragedia.

publicación, EL TIEMPO en PEREIRA

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