La exitosa vida de un negocio sin asbesto.

Esta compañía del grupo mexicano Elementia logró convertirse para mantenerse vigente en el competido mercado de los productos de construcción. Y sin asbesto.

El debate sobre el asbesto llevó al Colombia a adoptar la prohibición de comercializar productos que usaran esta materia prima, por su impacto en la salud de las personas. La prohibición entró en vigencia a partir de 2019. El desafío para las compañías fue mayúsculo. Estos son los resultados de Eternit en Colombia. Esta compañía ya completó 80 años de actividad en el país.

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El reto significaba un cambio estructural, pues debían incorporar otras tecnologías que reemplazaran al asbesto y adecuar sus portafolios, listado de proveedores, plantas de producción y estrategia comercial a las nuevas circunstancias.

Hasta el momento lo han logrado, aunque el recorrido no ha sido fácil. Según Miguel Rangel, director Región Andina en Elementia y CEO Eternit Colombia, el proceso de transición fue arduo, porque la curva de aprendizaje tomó varios años y todavía continua.

Esto es así, porque la fabricación de un producto sustituto de las típicas tejas ondulas demandaba calibrar todos los procesos hasta llegar al punto adecuado. Las nuevas materias primas tenían que ser probada para que ofrecieran las mismas características de las anteriores.

Eternit produce sistemas de cubiertas que representan el 65% de las ventas de su portafolio, soluciones constructivas y de acabados (planos) que son el 30% y tanques y sistemas de acumulación de agua que representan el 5% de sus ventas.

Entre 2015 y 2018 la compañía se preparó para la transformación de sus tres plantas de producción en Colombia y puesta en funcionamiento de las líneas con los nuevos condicionamientos establecidos por la norma. Así van los resultados de Eternit en Colombia.

Según Rangel, este año destinarán cerca de $60.000 millones en capex para nuevas líneas de producción y procesos.

Así ocurrió con las nuevas facilidades de la planta de Sibaté con la incorporación de una nueva línea, lo que permitió concentrar la planta de Cali en planos, es decir, soluciones constructivas y de acabados, lo que se conoce como productos para la construcción en seco.

El golpe de los precios
Hoy la compañía está enfrentando un desafío enorme, porque el aumento de los precios de los insumos para la construcción ha hecho que el inicio de muchos proyectos sea aplazado.

Por eso perciben que 2022 va bien, pero un poco más desacelerado frente a la vigencia de 2021.

No obstante, la posición de la compañía sigue siendo fuerte. Se espera que este año deje un margen ebitda superior al 25%. El año pasado los ingresos estuvieron por encima de los $290.000 millones.

Actualmente, Eternit forma parte de la estructura empresarial de origen mexicano conocida como Elementia Materiales. El Grupo Carso se convirtió en el accionista principal de esta firma luego de una venta de acciones con la familia del Valle en México. Carso es la holding empresarial del magnate Carlos Slim. De otra parte, la familia del Valle también es una de las principales accionistas de otra compañía mexicana con presencia en Colombia: Mexichem.

Eternit tiene presencia en los mercados de Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú y exporta a destinos como Panamá, Chile, Argentina y Uruguay, entre otros.

Hoy la mayor parte de las exportaciones van hacia Panamá, donde se está haciendo el desarrollo Panamá Pacífico, que lidera el magnate colombiano Jaime Gilinski.

“Lo que ofrece Eternit en esta nueva etapa realmente es nuevas tecnologías que permitan la industrialización de la construcción. Eso es lo que ofrece la construcción en seco que es donde tenemos mucha proyección, porque esta clase de soluciones ahorran en agua, más confort para las personas que usan las construcciones y reduce el tiempo de desarrollo de los proyectos”, explicó Rangel.

Por eso, uno de los esfuerzo será entrar más agresivamente al sector de vivienda, porque allí el potencial es enorme. Esto podría mejorar los resultados de Eternit en Colombia.

Igualmente tendrán una apuesta por elaborar productos a base de materiales reciclados, lo que será la puerta de entrada a la economía circular.

“Una solución que sustituya el zinc en la construcción, ayudará a reducir el calor y el ruido y además no es necesario pintarla”, comentó.

Ve con optimismo el mercado venezolano, pues se está mostrando una reactivación paulatina, aunque reconoce que aún queda mucho terreno por recorrer para que la recuperación en el vecino país sea definitiva.

Igualmente trabajarán para obtener más certificaciones de calidad que puedan ayudarles a conquistar de mejor forma el mercado de Estados Unidos.

Por: FORBES

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